Psicóloga deportiva
Susana nos visitó, y luego de conversar sobre su interesante profesión, no pudimos dejar pasar sus experiencias tan únicas e inspiradoras.
Susana, cuéntanos, ¿a qué te dedicabas anteriormente a la psicología deportiva?
Me dedicaba a cuidar a mis tres hijos, Talia, José y Nicole; tuve una boutique por diez años. Pintaba a mano pañuelos de chifón, los que se vendían en ETAFASHION por algunos años. En la actualidad, pinto porque me gusta y me relaja.
Después del nacimiento de mi segundo hijo, descubrí el squash y empecé a entrenar, actividad que se volvió parte de mi vida, desde el primer momento que entré a la cancha me apasionó, empecé a competir y me involucré en el ámbito deportivo. Hice cursos relacionados con la dirigencia deportiva, auspiciados por la Federación Ecuatoriana de Squash. Fui campeona nacional por seis años y mi carrera deportiva duró 20 años.
¿A qué te dedicas ahora y cómo llegaste a ello?
Soy Psicóloga del Deporte, Terapeuta EMDR y Terapeuta Comunitaria.
Como jugadora de squash, representé al país en eventos internacionales, culminé mi carrera deportiva compitiendo en los XV Juegos Bolivarianos, que se llevaron a cabo en la ciudad de Armenia, ColombiaObtuve la medalla de plata en equipos y la medalla de bronce en individuales.
En mis años de competencia, constaté que tener un equilibrio mental, físico y emocional, me permitió adquirir la habilidad para enfrentarme a los entrenamientos y competencias con mis mejores capacidades físicas y técnicas y disfrutarlos plenamente. Cuando no tenía este equilibrio, era imposible dar lo mejor de mis capacidades y por lo tanto mi rendimiento decaía.
Asistí a un curso de psicología del deporte, con el auspicio de la Federación Ecuatoriana de Squash, en Guayaquil, y descubrí mi nueva pasión: la Psicología del Deporte. Con el apoyo de mi esposo y de mis hijos decidí estudiar esta carrera en la universidad.
Mientras estudiaba, realicé mis prácticas en la Concentración Deportiva de Pichincha, en las disciplinas de ajedrez y gimnasia artística. Además, hice la formación en el abordaje psicoterapéutico EMDR, para bajar la ansiedad, el estrés y superar eventos traumáticos; esta herramienta me ha permitido trabajar casos complicados y no necesariamente relacionados con el deporte.
La Terapia Comunitaria Integrativa Sistémica (TCI) me permite trabajar grupalmente; pertenezco a una institución que se llama Muyumpa. Es una metodología de trabajo con grupos, que permite recuperar y desarrollar las capacidades y recursos individuales y comunitarios.
¿Qué significa para ti tu profesión?
Mi profesión me ha permitido ser un agente de cambio, he podido fluir, disfrutar, no ser solo una terapeuta, sino una solucionadora de problemas que constituyen un impedimento psicológico en el rendimiento del atleta. Eso significa trabajar conjuntamente con el equipo multidisciplinario y con los padres de los deportistas.
Puedo aprender todos los días de cada deportista que supera sus límites.
Me siento feliz y realizada cuando, durante el proceso psicoterapéutico, un atleta me cuenta que superó sus miedos, que utilizó sus destrezas mentales, que se sintió tranquilo, que fluyó y que pudo disfrutar en la competencia.
He tenido la oportunidad de conocer lugares increíbles, viajar con los deportistas, subirme a un velero, estar en las canchas, reír y sufrir con ellos, ayudarles a que se levanten ante la derrota, para que puedan empezar de nuevo.
Tuve la oportunidad de acompañar al equipo femenino de squash del Ecuador a un campeonato mundial en la Universidad de Harvard, en Boston.
Sigo preparándome y actualizándome a través de cursos y congresos.
¿Qué es lo que más te ha llenado?
Una de las experiencias que más me ha llenado es haber podido trabajar con una gran deportista de velero, a quien he asesorado desde el año 2011. Ella, a más de su dislexia, tenía ansiedad, la que repercutía en muchas áreas de su vida, especialmente en el ámbito social.
Habiendo podido observar en esta atleta un tremendo potencial físico, gran voluntad, deseos de superación, amor hacia su deporte y apoyo de sus padres, empezamos a trabajar sus miedos y límites. En el proceso terapéutico, se realizó un trabajo conjunto con los padres, con su entrenador y con su colegio. Se fueron evidenciando los cambios en esta atleta y su rendimiento, tanto personal como deportivo, mejoró.
Actualmente, sus dificultades de aprendizaje han sido totalmente superadas, es un referente entre sus compañeras, por ser una excelente estudiante, deportista y amiga. Llegó a ser campeona nacional. Ha obtenido fabulosos resultados, no solo en Sudamérica sino mundialmente. Fue seleccionada del Ecuador a los Juegos Olímpicos de la Juventud China 2014, y obtuvo el noveno lugar.
¿Qué mensaje de inspiración puedes dejarnos para las mujeres de hoy, a partir de tu experiencia?
Lo que puedo decirles a las mujeres es que nos dejemos guiar por esa fuerza interna que hay en cada una de nosotras, que creamos y confiemos en ella. Disfrutemos en el proceso, poniendo cariño y buscándole los aspectos positivos. Que no importa la edad, siempre podemos cambiar, empezar, intentar, mejorar, ser flexibles y despertar para conseguir nuestros sueños.