La ciencia nos habla de que cada pensamiento que generamos produce una descarga eléctrica que conecta a las neuronas entre sí, el corazón a su vez también tienen neuronas y ahora incluso se sabe que el intestino también las tiene.
Existe una comunicación bidireccional entre cerebro y corazón y se sabe que existen cuatro formas de intercambio de información entre estos dos órganos: la primera son los impulsos del sistema nervioso; la segunda, la bioquímica con hormonas y neurotransmisores; la tercera, la biofísica con ondas de presión producidas por el ritmo cardiaco y la última el campo electromagnético, este campo cambia en función de nuestro estado emocional.
Nuestros sabios de la kabbalah nos enseñaron esto hace miles de años cuando dijeron que la mente capta toda la información de su entorno y afecta a nuestras emociones, las mismas que son capaces desconectarnos de la realidad universal (metafísica) o conectarnos, es decir vivir la vida que queremos con bendición o vivir una vida sin sentido y caótica.
Cuando queremos crear una vida mejor debemos intentar conscientemente utilizar nuestra mente como una antena para captar lo positivo, lo que nos hace bien emocionalmente y no conectarnos con lo negativo o lo que nos hace mal emocionalmente.
Una mente desordenada sin intención y sin consciencia de su poder es una mente caótica que se conecta con lo negativo principalmente y no tiene la habilidad de auto limpiarse y proactivamente elegir lo bueno. Recomiendo mucho la lectura del libro “La mente oculta de Leandro Taub”, en este libro, basado en las enseñanzas milenarias de la kabbalah, su autor nos explica cómo la mente tiene una capacidad de autodestruirnos.
¿Qué podemos hacer? Todo estudiante de kabbalah sabe que uno de los resultados de la aplicación práctica de esta sabiduría produce una vida mucho más simple, simple desde el punto de vista de liviandad, de conectividad con lo luminoso que siempre es simple, desde la capacidad de saber que lo que veo externamente en el mundo material lo causamos o lo permitimos en la mente como primera instancia.
Te recomiendo que la próxima vez que te encuentres frente a un enredo mental o de cualquier tipo te preguntes ¿qué es lo más simple y práctico que puedo decir o hacer en este momento?
Ejercita tu mente para volverla una herramienta de construcción de la vida que quieres en lugar del caos.
Te deseo una mente clara y luminosa para una vida plena.
Patricia Jurado U.
Directora de Fundación Kabbalah Ecuador
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