¿A qué les suena: espiritualidad? a muchos les sonará a algo religioso, lo cual en parte es correcto, pero vamos al uso coloquial de la palabra, vemos en redes sociales, libros, plataformas de streaming cualquier cantidad de contenido relacionado.
Te invito a entenderlo desde una perspectiva práctica. A medida que vamos aprendiendo las lecciones que la vida nos da a todos, nos vamos dando cuenta de que necesitamos entender más y mejor el porqué de las cosas, el porqué vivimos los mismos desafíos una y otra vez, nos divorciamos y volvemos a casarnos para encontrarnos con los mismos problemas, nos cambiamos de trabajo y nos encontramos con el mismo tipo de jefe, incluso nos mudamos de país, cambiamos nuestra vida entera y pareciera que los problemas nos persiguen. Todo esto hace que empecemos a sentirnos perdidos y que empecemos a perder la fuerza y la confianza en nosotros mismos y en los demás, endureciendo nuestro corazón y cerrando nuestra mente.
En muchos casos la búsqueda espiritual surge precisamente de esos momentos de oscuridad en los que no entendemos nuestro proceso de vida. Empezamos por hacernos preguntas y buscar respuestas claras y contundentes, pues ahí es donde la espiritualidad toca a la puerta de muchos de nosotros; unos abrimos la puerta antes, otros después, otros nunca. No importa si la abres o no, porque la vida es correcta y perfecta tal y como la vivimos. La vida tiene la capacidad de encontrar la forma de que aprendamos a través del dolor. La ventaja de abrirnos a la espiritualidad es que podemos suavizar el dolor, matizar las situaciones a través de una perspectiva más amplia, podemos crear un marco de empatía que antes no éramos capaces de hacer, pero sobre todo podemos tomar responsabilidad de todo lo que ocurre en nuestra vida desde un lugar de una sana autoestima basada en el autoconocimiento y no en factores externos.
Esto suena halagador pero no muy práctico aún, la espiritualidad es la posibilidad de cambiar nuestros hábitos emocionales tóxicos, de cambiar nuestras ideas preconcebidas para aprender a ser mejores padres, esposos, amigos, hijos, trabajadores, empresarios, etc.
Ser espiritual en el plano material es simplemente nuestra forma de ser y hacer las cosas en la cotidianidad, es ser capaces de encontrar el placer en el compartir cosas sencillas con quienes nos rodean, con quienes amamos, es tener la capacidad de crear memorias de amor en nuestras familias que sirvan como ejemplo, es simplemente ser mejor por amor a nosotros mismos y a quienes amamos, es ejercer nuestra voluntad de manera completa para crear una vida de bienestar. ¿Lleva tiempo? sí, claro que lleva tiempo porque todo lo importante en la vida requiere tiempo. Es un trabajo permanente, es la búsqueda constante de un lugar de mayor plenitud propia para compartir con nuestro entorno, pero quiero animarlos: todos podemos ser mejores, todos podemos ser libres de vivir en la amargura de los recuerdos, todos podemos crear entornos apacibles donde cada uno de los miembros de nuestra familia puede florecer en su tiempo y en su forma.
La próxima vez que leas espiritualidad en alguna parte, recuerda que puede estar llamando a tu puerta, no temas, es simplemente ser mejor para vivir mejor.
Patricia Jurado U.
Directora de Fundación Kabbalah Ecuador
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