Soy Cristobal Ocaña, fotógrafo aficionado, amante de la fotografía nocturna y larga exposición. Intento compartir con mis imágenes lo mucho que siento y lo poco que sé.
La fotografía nocturna es un reto para todos los fotógrafos pues es una especialidad bastante técnica que requiere conocimientos sobre la luz y la composición. A cambio, la noche ofrece la posibilidad de que el fotógrafo domine los elementos al iluminar el plano cercano a criterio y creatividad del artista.
Componer en la noche es como hacerlo en el día. La mayor exigencia técnica y precisión no son excusa para no disfrutar de esta especialidad.
Hago fotografía nocturna porque me fascina el espectáculo ancestral de la noche, porque siento mayor soledad bajo el infinito, la vida late a otro ritmo, las criaturas de la noche revelan sus secretos, el ser humano desaparece y las verdades se revelan haciéndose evidentes tan solo para el lente de mi cámara.
Siento que la noche me protege y me recarga. Me enseña a vivir con intensidad, a encontrar mi sitio en la espiral del universo. Ella tiene mucho significado para mí, con ella siempre estoy cómodo.
Una imagen es un viaje interior que compartimos con los demás. El desafío de un fotógrafo es poder atrapar el momento, aquella conjunción de luz y de sombras.
Me gusta dormir bajo la inmensidad de las estrellas, soñar en la oscuridad. Hacerlo me enseña a vivir con intensidad, a encontrar tu sitio en la espiral del universo.