El poder de la intención
Mientras veo cómo una copiosa lluvia cae por la ventana y pienso en cómo explicarles de manera sencilla el poder de la intención, veo una gran roca debajo del árbol de la entrada principal de mi casa y veo cómo las gotas que caen del árbol hicieron un hueco en ella de tanto caer, pienso que de esa manera opera la intención en el universo.
Casi imperceptible, pocas veces entendida y valorada, la intención es la fuerza que dispara la ley de causa y efecto que opera en el universo, al contrario de lo que muchos piensan. A diferencia del mundo material que se activa por acción – reacción, los mundos etéreos, imperceptibles a nuestros cinco sentidos, se activan por nuestras intenciones.
De acuerdo a la kabbalah, la intención es mucho más poderosa que la acción en sí misma, es la fuerza que hace que el resultado de nuestras acciones sea el que queremos o no, más allá de lo que hagamos.Vamos a poner un ejemplo para entenderlo en la vida cotidiana.
Si hago una obra de beneficencia a un hogar de ancianos, y espero que se me haga un homenaje en el que se mencione públicamente mi nombre e incluso me encantaría ver una placa con mi nombre en este lugar, entonces mi intención fue el reconocimiento en lugar de hacer beneficencia, pero si en cambio hago la obra de beneficencia y pido que sea anónima, mi intención fue exclusivamente ayudar.
Cuando empezamos a entender que la pureza de la intención debe verse conectada claramente a nuestras palabras y acciones creamos unidad, creamos un alto nivel de coherencia. Hemos puesto a la intención como una semilla fuerte y poderosa, cerramos una brecha que puede llenarse de negatividad en nuestras vidas.
La sabiduría de la kabbalah otorga un altísimo valor a la intención, incluso por encima de la acción; explica que mientras menos egoísta sea nuestra intención más fuerte y poderosa será dentro de la ley de causa y efecto que rige el universo y la vida en general. Una intención clara y alineada siempre será el catalizador de nuevas y mejores experiencias para nosotros y para nuestro entorno.
La intención tiene una energía propia que los demás perciben, cuando venimos de un lugar de querer ayudar simplemente, la gente lo sabe, independientemente de cuáles sean nuestras palabras y nuestras acciones.
La próxima vez que quieras hacer algo pregúntate ¿por qué quiero hacerlo? Purifica tu intención, recuerda las palabras mienten, la energía no.
¡Que tengas una semana llena de intenciones poderosas!
Hasta el próximo lunes,
Patricia Jurado U.
Directora de fundación Kabbalah Ecuador
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