La maravilla de vivir en estos tiempos es que el 95% de los conceptos que se consideran metafísicos, espirituales o místicos son comprobables por la ciencia.
Actualmente existe una ciencia llamada epigenética que explica científicamente, es decir con datos basados en estadísticas el concepto que la kabbalah planteó hace miles de años, este concepto explica el poder que tiene nuestro entorno, la gente de la cual nos rodeamos en la calidad de vida que experimentamos.
Una de las hormonas de nuestro cuerpo es el cortisol que se dispara en sangre cuando nuestro cuerpo se siente alerta por sentir que tiene que defenderse para sobrevivir, cuando es sometido a constante presión, es la hormona que segregamos cuando estamos sometidos al tan famoso stress.
Cuando hablamos de personas tóxicas hablamos de personas que con su presencia, su actitud hacia nosotros, sus palabras, su indiferencia y un largo etcétera, crean en nosotros una descarga enorme de cortisol, es decir; este exceso de cortisol hace que nuestro cuerpo se intoxique de esta hormona, es por eso que se les ha denominado “personas tóxicas”.
El problema no termina con los molestos síntomas de salud física, mental y emocional que esta sobrecarga de cortisol nos ocasiona sino en la incapacidad que tenemos de poner límites saludables en nuestras relaciones, muchas de estas personas pueden ser de amigos cercanos, familiares, vecinos, compañeros de trabajo con quienes tenemos que compartir espacios y tiempo.
Culturalmente la culpa tiene un papel protagónico en la vida de muchos de nosotros, creemos que poner límites nos convierte en personas malas, agresivas o intolerantes pero en muchos casos poner límites es una cuestión de supervivencia emocional y mental.
Más aún cuando se juzga nuestro nivel de espiritualidad o bondad por cuanto toleramos lo intolerable, pero la kabbalah nos enseña que el respeto, la bondad, el amor, los valores empiezan por nosotros mismos, no podemos dar a otros lo que no nos damos en primera persona.
Ser espiritual no significa inmolarse, anularse o ponerse de alfombra de otros, de hecho eso atenta contra el equilibrio psíquico, espiritual y comportamental que promueve el estudio de la kabbalah como una herramienta de bienestar y crecimiento personal.
Pero como ponemos límites? para mí la clave es saber ponerlos a tiempo, es decir cuando empiezan este tipo de comportamientos que nos hacen sentir mal, cuando no nos sentimos respetados como seres humanos, cuando alguien altera nuestra estabilidad emocional a través del comportamiento que tiene hacia nosotros, es mucho más fácil poner límites de inicio que cuando ya hemos sido avasallados por esa persona.
Recuerdo una vez en la que mi forma de poner límites a alguien muy cercano a mi fue decirle: No me cuentes eso porque me dañas el corazón, creas dolor en mí. Esto fue un freno a raya para quien me estaba intoxicando con historias de hechos muy cercanos a mi que yo desconocía.
Muchas veces las personas tóxicas no se dan cuenta del daño que nos hacen y la única forma de que lo entiendan es poniéndoles límites, es decir, poner límites nos hace bien a nosotros y a ellos.
En kabbalah aprendemos que uno de los atributos espirituales de todo ser humano es una fuerza que se llama Guevurá, esta fuerza se puede explicar como el coraje, la fuerza para restringir nuestros aspectos negativos pero también para poner límites hacia el exterior, te explico esto porque quiero que sepas que ya tienes esa capacidad, ya tienes la fuerza que necesitas para poner limites, solo tienes que activarla a través de la decisión de usarla.
Para finalizar si aún a pesar de poner límites esta persona sigue con su comportamiento tóxico hacia ti y puedes hacerlo, se vale poner distancias, es mucho mejor verse con esa amiga, ese familiar una vez cada cierto tiempo y que sea un momento agradable para ambos que verse todo el tiempo y que el dolor acabe destruyendo la relación o lo que es peor aún que destruya tu autoestima y tu paz mental.
Las sanas distancias se valen!
Patricia Jurado U.
Patricia es directora–fundadora de “Fundación Kabbalah Ecuador” e instructora. Desde sus plataformas comparte esta sabiduría, es pionera en la difusión del método de Kabbalah de Casa y la plataforma Ingenieria para el alma para Latinoamérica y Miami.
Escribió 7 Principios Kabbalistas para educar a nuestros hijos, su podcast “Kabbalah es simple” tiene un gran público alrededor del mundo.
Síguela en: www.vivirkabbalah.com Instagram: @patriciajuradou, Spotify: Kabbalah es simple.
Se formó como conferencista con Ismael Cala en Miami, es ecuatoriana y madre de dos hijos.