Entre los estudiantes de kabbalah frecuentemente me encuentro con personas que tienen la herida del abandono en sus vidas y es interesante porque esta sabiduría nos dice que toda persona que se acerca a nuestra vida de una u otra forma, en uno u otro rol, representa un canal de oportunidad para trabajar espiritualmente.
Existen muchas otras heridas como por ejemplo la herida del rechazo, de la humillación, entre otras, pero hoy quiero centrarme en la herida del abandono. Cuando digo “los hijos del abandono” me refiero a todas las personas cuya vida es el fruto de esta herida.
Pero aclaremos un poco el panorama, el abandono puede ser de presencia, pero puede ser emocional también. Dentro de una familia, en la cual por sus obligaciones profesionales o por rasgos propios de la personalidad, un padre o una madre no le dan al niño atención cuando habla ni contención emocional “auténtica” cuando no escuchan los reclamos que hace por atención y cuidado. Eventualmente, ese niño crecerá sintiendo el vacío de sus padres.
Desafortunadamente, esta información es relativamente nueva y muchas generaciones entre las cuales me cuento fuimos criadas con padres ausentes de una u otra manera, con lo cual muchos podemos ser etiquetados como los hijos del abandono.
A través del estudio de la kabbalah aprendemos que antes de bajar a este plano terrenal el alma escoge el escenario correcto para su crecimiento espiritual, el mismo que ocurre en este mundo a través del desarrollo de la inteligencia emocional, la superación de obstáculos, la transformación de desafíos en oportunidades, los aprendizajes a través del vacío y el dolor. En el caso de la herida del abandono, sólo podemos valorar la presencia, el cuidado, la atención cuando pasamos por el vacío que representa éste.
Dentro de este plan perfecto de nuestra alma también escogemos a nuestra familia completa desde nuestros ancestros hasta nuestros padres para lograr aprender sobre aspectos que están ocultos a nuestra alma, para aprender sobre nuevas formas de amar, como la aceptación y la afirmación de que podemos superarnos a pesar de las dificultades que se nos presentan a lo largo de la vida.
Si eres un hijo del abandono te quiero decir que esta sensación de vacío es apenas el 1% de tu realidad, el 99% de tu existencia ocurre fuera de este plano terrenal. Tu mente y tus emociones pueden ser iluminadas a través de la aceptación y de escoger voluntariamente la afirmación de que eres mucho más que ese aparente vacío.
Una de las enseñanzas más amorosas de la kabbalah es que “nunca estamos solos”, el Creador habita dentro de nosotros y por esta razón permanece con nosotros siempre; cuando llegamos a desarrollar la habilidad para sentirlo, esto nos lleva a comprender que ese vacío es solo un sentimiento que necesitábamos experimentar en el plano terrenal para recordar lo que dije anteriormente: “nunca estamos solos”.
El primer paso para llegar a ese sentimiento es la decisión voluntaria de emprender en un camino de autoconocimiento que te permita ver que tú, así como tus padres, hicieron lo mejor que pudieron con lo que tenían en ese momento de su vida, dentro de su marco familiar, social, económico y hasta religioso.
Este primer paso es la aceptación de que las personas actúan desde su mejor intención, pero muchas veces sin conciencia y seguramente sin las herramientas que en la actualidad disponemos para tomar mejores decisiones.
Recibe tu proceso de vida con paz en tu corazón porque solo desde ese lugar podrás construir una vida diferente para ti y tus hijos.
Deseo que te quedes con esta verdad espiritual de la kabbalah.
¡Nunca estamos solos !
Patricia Jurado U.
Patricia es directora–fundadora de “Fundación Kabbalah Ecuador” e instructora. Desde sus plataformas comparte esta sabiduría, es pionera en la difusión del método de Kabbalah de Casa y la plataforma Ingenieria para el alma para Latinoamérica y Miami. Escribió 7 Principios Kabbalistas para educar a nuestros hijos, su podcast “Kabbalah es simple” tiene un gran público alrededor del mundo.
Síguela en: www.vivirkabbalah.com Instagram: @patriciajuradou, Google Podcast: Kabbalah es simple.
Se formó como conferencista con Ismael Cala en Miami, es ecuatoriana y madre de dos hijos.
