En todas las relaciones importantes de nuestra vida llega un momento parteaguas donde tenemos dos opciones: romper la relación o darle una segunda oportunidad. Muchos de nosotros crecimos pensando que las segundas oportunidades no son buenas, no funcionan, son como las segundas partes de buenas películas, que siempre nos dejan un sabor extraño, pero voy a explicarte desde la visión de la kabbalah que las segundas oportunidades tienen su propia magia y que además son enriquecedoras e indispensables para una vida de bienestar.
La primera relación que se nos viene a la cabeza cuando hablamos de segundas oportunidades es la relación de pareja, y muchos quizás digan: en mi caso no ha sido necesario, pero recuerden su época de noviazgo, sus primeros años, la primera pelea dura que tuvieron y van a ver que fue un momento donde escogieron por segunda vez permanecer en la pareja, es decir se dieron una segunda oportunidad.
Las segundas oportunidades deben actuar como puentes que nos llevan a un nuevo escenario en la relación, un escenario donde los actores que son la pareja sean nuevos, con nuevos pensamientos, con nuevas formas de responder y hasta de sentir. Una segunda oportunidad debe ser sembrada en corazones limpios, en corazones que sanaron y supieron escoger el amor como camino de transformación.
A nivel de alma la kabbalah nos enseña que cada noche el alma se desprende del cuerpo para recargarse de energía en los mundos espirituales y volver por la mañana siendo nueva, a eso se refiere la famosa frase “cada amanecer es una nueva oportunidad”, cada mañana agradecemos porque el universo, el Creador, el infinito, Dios como prefieras llamarlo nos ha dado un voto de confianza, una segunda oportunidad para actuar y vivir diferente, para aprender a ser mejores. Por eso cada mañana tómate unos minutos para agradecer y recuerda que si el Creador nos da a la inmensa mayoría de los seres humanos, con todas nuestras falencias, una segunda oportunidad cada mañana, quiénes somos nosotros para negársela a alguien.
Aquí voy a hacer una puntualización clave: esto no quiere decir que si nuestra confianza, nuestra amistad, nuestro amor, nuestros valores están siendo violentados por otro, nosotros en un intento de ser más espirituales o mejores personas tenemos que dejar pasar una y otra vez estos abusos; no, no es ese el punto, de hecho la kabbalah nos enseña que debemos aprender a poner límites sanos en todas nuestras relaciones y saber cuando hemos dado todo lo mejor de nosotros pero es momento de retirarnos y dar por terminada una relación.
¿Cómo saber si dar una segunda oportunidad o irme? Mi querido lector, eso solo usted lo sabe, piense sobre una base de que en una relación de pareja, en una amistad, en una sociedad debe preservar siempre el equilibrio entre el dar y el recibir, debe permitir que ambos se sientan cómodos interactuando bajo los mismos valores; sin embargo, me permito hacerle una sugerencia para el área de pareja sino está seguro: tómese un tiempo, dese y dé el espacio para sentir. Hasta que su corazón no le dé una respuesta clara y contundente acerca de si seguir intentando o alejarse, es mejor hacer una pausa y no decidir nada, simplemente observar y esperar antes de actuar precipitadamente.
Recuerde que el sabor de las segundas oportunidades depende del corazón en que se siembran.
Patricia Jurado U.
Directora de Fundación Kabbalah Ecuador
Spotify: Kabbalah es simple
Instagram: @patriciajuradou @fundacionkabbalahecuador