Nuestros estándares de belleza y moda han sido siempre sujetos a la información visual que recibimos desde el exterior. No nos hemos dado cuenta o sencillamente no le hemos dado importancia a lo que incluso podría ser una tendencia de moda. Nuestra cultura está repleta de colorido y la vestimenta de nuestros indígena es tan elaborada que merece un espacio en nuestra vestimenta cotidiana.
Tal vez haga falta una Frida Kahlo ecuatoriana que nos haga sentir orgullosos de lo que somos y marque la diferencia en como nos vemos a nosotros mismos. En esta ocasión, gracias al personal del Hotel Otavalo, logramos una sencilla producción que solo nos deja con ganas de más. ¿Quién no quisiera ver a sus hijos y familia vestidos orgullosamente con estas prendas tan hermosas? Lejos de ser un disfraz como lo es para muchos, estos atuendos tiene una tradición y mucha cultura tras de ellos que merece ser expuesta.
La blusa, elaborada de lienzo blanco, lleva diferentes acabados o dibujos a la altura del pecho, la espalda y los hombros. El colorido y complejidad de los bordados representa la diversidad de la naturaleza y antiguamente dichos adornos eran realizados por personas que representaban la pluriculturalidad.
La fachalina (paño que se lleva anudada en los hombros) puede ser negra, blanca o azul oscuro. Dependiendo si el nudo se hace adelante o a un costado, se puede saber si la mujer esta casado o soltera respectivamente. El reboso (especie de chal que se usa sobre la fachalina) también lleva un quingo que le da forma y representa la forma en que se preparaba la tierra para el cultivo (guachos).
Su fabricación implica mucho trabajo y cuando fabricadas a mano, puede tomar hasta un mes su confección y costar sobre los 200 dólares. El anaco negro está bordado (quingos) y representa el luto que significó para nuestro pueblo el haber sido conquistado por los españoles. Por debajo, el anaco blanco representa la pureza de la mujer. Éste va sujeto con dos chumbis (faja). El mama chumbi es rojo y se lleva por dentro, este color se cree que ahuyenta las malas energías y cuida el vientre de las mujeres, representando a la fertilidad; y el guagua chumbi, el colorido distintivo de la vestimenta que va sobre el anaco.
Las wualcas (collares) representan la riqueza de los pueblos quichuas, y las infaltables wualcas doradas representan al Dios Sol. La cantidad y calidad de las wualcas denotan el nivel social y jerárquico de quien lo utiliza. También son fabricadas de coral o concha Spondylus, ambos materiales muy apreciados por esta cultura desde tiempos ancestrales.